martes, 11 de enero de 2011

Arriesgada jugada para buscar más poder

Las autoridades del PLRA buscan posicionarse después de los magros resultados electorales en las municipales y ante el incipiente resurgir del Partido Colorado. El senador Blas Llano, presidente del Partido Liberal, terminadas las elecciones inició una ronda de negociaciones internas para tratar de unificar posturas.

El siguiente paso fue salir a buscar acuerdos fuera del partido con quienes tuvieran votos en el Congreso. El objetivo es evitar que los colorados, aún estando fuera del poder, tengan mayor peso político. Como era de esperarse, los elegidos para negociar fueron los del oviedismo. Son los que tienen los votos para conformar mayorías con los liberales en las dos Cámaras. Además, ambos están necesitados de protagonismo en el poder para no ubicarse como actores periféricos que se quedan apenas con las migajas que caen del banquete.

Al inicio de esta administración Unace había logrado una posición relevante mediante el acuerdo con los liberales en el Congreso. Se posicionaron como árbitros en el Consejo de la Magistratura, un lugar clave para estructurar el Poder Judicial conforme a los acuerdos y a las necesidades. Además habían logrado sentar también a uno del partido en el Jurado de Enjuiciamiento, desde donde se hacían las correcciones en caso de que alguno de los nombrados en las instancias judiciales se descarriara.

Todo este protagonismo se vino abajo en julio pasado cuando se embarcaron en unas torpes negociaciones sobrestimando su peso en las cámaras. En el consenso final fueron dejados de lado. Liberales, colorados y oficialistas cerraron acuerdos y los oviedistas fueron sacados. Perdieron los espacios ganados. Todo se hizo con la venia del Presidente de la República, que para entonces quería probar con otros compañeros de ruta buscando tener mayor sosiego para gobernar.

En ese acuerdo, si bien estuvo el PLRA, la corriente interna liderada por el senador Llano quedó mal parada. No estaban conformes con lo acordado y quienes ocupaban los cargos eran del partido pero no de su grupo chico. En ese entonces, como senador y líder de una corriente interna, no había mucho margen para hacer algo. Ahora las cosas cambiaron, la elección interna lo catapultó a la presidencia del partido y le otorgó capacidad de imponer posiciones.

Para generar los cambios necesitaba un disparador que justificara todo. Ese elemento nuevo fue reflotar el pedido de acuerdo para que Venezuela ingrese en el Mercosur. Un tema que incluso podría traer consigo premios extras por encima de lo político. El Presidente de la República siempre estuvo muy interesado en la aprobación de ese documento.

Con esa carta nueva Llano fue a la mesa de negociaciones. Primero cerró con Lino Oviedo el reparto de los dos cargos en la Corte Suprema de Justicia. Cada uno se quedaría con un lugar. La Fiscalía, la Contraloría y el Tribunal Superior también pasaron por la mesa de acuerdos. Fiscalía para liberales, y para oviedistas la Contraloría y el cargo vacante en la Justicia Electoral. La guinda del acuerdo era la aprobación del ingreso de Venezuela al Mercosur.

El requisito previo para todas estas movidas era la vuelta de un oviedista al Consejo de la Magistratura, solo así se podría tener la mayoría para hacer todas las movidas posteriores y armar las ternas de acuerdo a las necesidades políticas.

Cerrado el acuerdo con Unace, Llano se reunió con el Presidente de la República para comunicar el nuevo paquete de acuerdos y pedir la bendición. Claramente la incorporación de Venezuela sedujo al Primer Mandatario, a tal punto que unos días después remitió el protocolo de adhesión al Senado. Incluso prometió a Llano que para apoyar con votos el acuerdo en el Congreso se encargaría de los legisladores de izquierda.

Sin embargo todo el acuerdo ahora está por desmoronarse. Las filtraciones sobre los términos para el ingreso de Venezuela y la fuerte versión de que incluso habría millones de dolares de por medio ya obligaron a postergar al menos hasta el año que viene el tema. Lino Oviedo no logró imponer un cambio de postura a sus legisladores, mientras que Llano se quedó solo con el respaldo institucional de su partido al ingreso del país caribeño al Mercosur. El voto liberal no alcanza. Habrá que esperar que los oviedistas se animen a revisar posiciones. Eso sin embargo podría terminar con una ruptura importante en los bloque parlamentarios de Unace. Varios senadores y diputados ya adelantaron que no están de acuerdo e incluso que no votarán a favor de Venezuela.

El retorno de los oviedistas al Consejo también es algo que está por verse. Hay enojos en el bloque de diputados de Unace. En la bancada liberal también hay incomodidad. Si las deserciones se confirman, la alianza líbero-oviedista podría no tener votos en Diputados.

El presidente del PLRA se juega su poder político en la relación con el Ejecutivo. Si el paquete de acuerdos no sale, Llano quedará disminuido e incluso sufrirá en su liderazgo interno, permitiendo con ello el ascenso de nuevas figuras. Para el oviedismo y el Ejecutivo las cosas no cambiarán demasiado.


Fuente:ABC Color (4 de Diciembre de 2010)

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