La manera en que se llevó a cabo la selección de Agustín Lovera Cañete como miembro de la máxima instancia judicial de la República ofrece a la ciudadanía una sólida lección sobre la distorsión que sufren las instituciones en el Paraguay, considera la organización Semillas para la Democracia, cuya directora es Marta Ferrara.
“Una vez más la injerencia partidaria abierta –solapada tras un supuesto pluralismo político– y la coincidencia de intereses sectarios y particulares de grupos e individuos retardatarios lograron en el marco de las instituciones democráticas imponerse en base a la discrecionalidad y la prepotencia”, señala la agrupación en un comunicado a la opinión pública.
Asegura que el nombramiento del mencionado magistrado es producto del negociado entre poderes fácticos y no el de méritos y la idoneidad y mucho menos la voluntad de la ciudadanía.
“Aunque los cargos judiciales no son de elección popular, la jurisdicción que la Carta Magna deriva en los jueces podría terminar siendo una farsa si los ciudadanos no confiaran en la administración de justicia”, puntualiza el documento de la citada organización.
Como ejemplo de la ingerencia político-partidaria, indica que públicamente fue asumido por el senador Juan Carlos Galaverna que la designación del reemplazante de Wildo Rienzi se dio a través de un arreglo entre los partidos Unace, Colorado y PLRA.
“No les importó a los senadores decidir una sesión secreta solamente para negociar a gusto, sin molestias, un cargo público”, considera en otro párrafo la nota.
Fuente: Diario ABC Color 27/08/2009
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