martes, 15 de julio de 2008

La sumisión política que daña a la Justicia

La elección de un oviedista al frente del Consejo de la Magistratura confirma el grado de sumisión de sus miembros al ámbito político. Siete de los ocho miembros que representan a los distintos estamentos votaron por el diputado Gustavo Mussi.

El oficialismo colorado siempre tuvo el control del Consejo a través de los abogados que llegaban hasta esa institución, con el voto de profesionales del derecho, afiliados al partido de gobierno.

Solo en una ocasión, cuando los representantes de los abogados intentaron ignorar a los jerarcas de turno, el representante de la Universidad Nacional, Raul Battilana Nigra, con el apoyo externo del senador Juan Carlos Galaverna, llego a la presidencia.

Al culminar este periodo, un representante de los abogados, de filiación colorada, pero menos identificado con las actividades partidarias, asumió la presidencia, en un reparto de cargos que incluyo que el representante de los abogados, Enrique Bacchetta, vaya al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y que Battilana pase la vicepresidencia.

Hoy, la realidad política es otra. Antes del 20 de abril hubiera sido impensado que un representante de los abogados –que además hoy ocupa la presidencia del Jurado-, un presidente de la Corte Suprema de justicia, un representante oficialista de la Universidad Nacional, una integrante del Poder Ejecutivo y hasta el de la Universidad Catolica voten por un oviedista. La ansiada independencia judicial pasara a ser un cuento si es que se sigue por este rumbo. Si desde su origen hay un condicionamiento político, pocas esperanzas habrá en una integración judicial con jueces a quienes no se les medira por su capacidad y honestidad, sino por sus contactos políticos.

Ojala que el actual Consejo entienda que lo de renovación no es necesariamente de hombres, sino de mentalidad.


Por: Osvaldo Cáceres



Fuente: Semanario Judicial (14/07/08) - Abc color


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