A más de dos meses de la conformación de la terna de candidatos a sustituir a Rafael Dendia en el TSJE, el Senado se sigue conformando con las tontas explicaciones que da el diputado oviedista Gustavo Mussi para negarse sistemáticamente a enviar la terna al Parlamento.
El nuevo Calé del Congreso paraguayo les toma del pelo a los senadores, haciéndoles quedar como escasos de entendera. Les vende el cuento de falta de firma de acta, primero, luego una acción judicial de algunos postulados y cosas por el estilo, para retrasar una decisión relevante para el proceso electoral.
Todos y cada uno de los senadores ya están haciendo el papel de ridículos por el papelón que les hace pasar Mussi, ya que todo el mundo se da cuenta del jueguito que hace el oviedista para ganar tiempo y negociar el cupo de su partido en la justicia electoral.
El silencio de los senadores no significa otra cosa que aceptar las reglas del juego político que impone Oviedo. Agachan la cabeza ante Mussi porque en el fondo están de acuerdo en que el lugar de Rafael Dendia es cupo oviedista, y les resulta más cómodo que Mussi haga el papel de troglodita, reteniendo arbitrariamente la terna, antes de que ellos demuestren dignidad y exijan el envío inmediato de la lista de personas seleccionadas.
El problema del oviedismo es que sabe lo que quiere (el lugar de Dendia), pero no sabe cómo asegurar el cargo, desde el momento que otros exigen otras cosas y lleva tiempo cerrar las negociaciones en torno al paquete de cargos que están en la danza.
Una buena señal de dignidad y transparencia política sería que el Senado exija hoy al presidente del Consejo de la Magistratura, Gustavo Mussi, la remisión inmediata de la terna para que nadie piense que la cámara puede ser manoseada por cualquiera.
Fuente: Diario ABC Color 04/11/2009
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