lunes, 1 de febrero de 2010

Pasada la crisis, se habla de reforma constitucional

Referentes de los distintos sectores políticos del país se han manifestado en mayor o menor medida a favor de iniciar un proceso de reforma institucional profunda. El Poder Ejecutivo llamó a conversar para renovar el Poder Judicial y los principales partidos se expresaron en el mismo sentido. El PLRA propone un “pacto socio-político”, la ANR dice estar abierta al diálogo y Patria Querida señala que este es un momento propicio para cambiar la Corte sin cuoteo. López Perito habló de reformar la Constitución y Tekojoja adelantó su intención de establecer la reelección.

La presidenta del PLRA, Amanda Núñez, considera que llegó el momento de un gran pacto socio-político para reformar la justicia y devolver la credibilidad de la ciudadanía hacia ese poder del Estado. Entiende que la crisis generada a partir del fallo de la Sala Constitucional debe motivar a la clase política a que asuma la responsabilidad de encarar el tema de fondo, lo que a criterio de la titular del PLRA debe ser el cambio profundo del Poder Judicial.

La crisis suscitada en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a partir del fallo de su Sala Constitucional, que intentó devolver sus cargos a Bonifacio Ríos y Carlos Fernández Gadea, reflotó la necesidad de un cambio total de la máxima instancia judicial.

Tal es el pensamiento de varios sectores políticos que manifestaron el deseo de aprovechar la crisis y encarar de una buena vez la transformación de uno de los poderes más cuestionados por la ciudadanía.

Para la titular del PLRA, Amanda Núñez, más que nunca se impone un pacto socio-político para devolver la credibilidad a la justicia.

Considera que es oportuna la crisis para entender que la justicia está en uno de sus peores momentos y la necesidad de abrir un espacio de diálogo entre todos los sectores y acordar la composición del Poder Judicial “no más a base de cuoteo o amiguismo, sino respetando las instituciones que deben seleccionar a los mejores profesionales, probos y honorables, como impone la Constitución”, refirió.

Núñez asevera que no solamente es necesario modificar la composición de la Corte Suprema, sino de otros organismos tan importantes como el Consejo de la Magistratura así como el Jurado de Enjuiciamiento.

Por eso, insiste la presidenta del PLRA en la necesidad de incluir en el debate a los sectores sociales, a los gremios de abogados, de magistrados así como las universidades que tienen facultades de derecho.

A criterio de Núñez, más allá de los hombres que vayan a administrar la justicia, “se debe encarar una reconversión moral y ética del sistema”. Esto es así, remarcó, porque se llegó a un punto tal de descomposición que la impunidad se volvió la constante en las sentencias y la daga de la sospecha se suspende permanentemente sobre los magistrados.

Dijo que desde la concepción liberal no se puede admitir que exista ciudadanía de primera o de segunda, “debemos lograr que se impongan los procesos judiciales rápidos, transparentes e iguales para todos”, sentenció. Dijo que promoverá esta idea entre los demás partidos.

Como sopla el viento

Los cambios que se sucedieron desde la caída de la dictadura (1989) fueron productos de pactos políticos, especialmente de los partidos con representación parlamentaria. Así, cada composición de la Corte Suprema de Justicia estuvo signada conforme al viento que soplaba en cada gobierno. En el 95, fue el pacto de gobernabilidad el que motorizó la integración con jueces colorados, liberales y encuentristas el alto tribunal. En el 98, el oviedismo no tuvo tiempo para armar su propia Corte, pero en el 2003, ni bien llegó Nicanor Duarte, unió a todos los partidos y “pulverizó” la Corte. Es lo que tenemos hoy.


Fuente: ABC Color 06/01/2010

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