lunes, 26 de enero de 2009

Rolón y Lovera Cañete responden a sectores internos del Partido Colorado

Emiliano Rolón Fernández y Agustín Lovera Cañete, dos de los ternados a la Corte Suprema de Justicia, responden a sectores internos del Partido Colorado. Está más que demostrado que el primero está estrechamente relacionado con el líder de Vanguardia Colorada, Luis Castiglioni, mientras que el segundo al nicanorismo a través del criticado senador Juan Carlos Galaverna. La otra integrante de esta terna, para sustituir a Wildo Rienzi, es la camarista Irma Alfonso de Bogarín.

Castiglioni, gracias a una negociación con Fernando Lugo, intentó meter en la máxima instancia judicial al camarista Rolón Fernández. Este, cuando era juez, había tenido una criticada actuación en el proceso por el crimen de José “Coco” Villar cometido por militares y agentes antidrogas en el Chaco. Jamás se animó a enjuiciar a ninguno de los involucrados e incluso declaró que el supuesto asesino del doctor Luis María Argaña murió en un enfrentamiento. Sin embargo, quedó probado que Villar fue ejecutado y así lo señaló en su sentencia el juez Manuel Aguirre.

Aguirre dejó en claro que se trató de un homicidio, pero que no se puede aplicar ninguna pena a nadie, debido a que la Fiscalía y la querella, que había sido ejercida por Hermes Rafael Saguier, nunca presentaron acusación en el proceso, con fuerte injerencia política.

Este y otros casos de tinte político que Rolón manejó cuando era juez le valieron un rápido ascenso a la Cámara de Apelaciones. Este cargo lo disputó con el entonces juez Jorge Bogarín, quien era el candidato a integrar el Tribunal, ya que manejó el proceso por el magnicidio y se prestó a la persecución de los políticos que en ese momento eran enemigos del Gobierno.

Ahora Rolón intenta llegar a la máxima instancia judicial con el respaldo de Vanguardia Colorada, que casi aprovechó la inexperiencia política del presidente Lugo para la designación del citado camarista en el apetecible cargo de ministro de la Corte Suprema.

El otro candidato “contaminado” políticamente es Lovera Cañete. Este aspira llegar al alto tribunal a través de su amigo, el criticado senador wasmoargañista “Calé” Galaverna, quien estaría maniobrando para que el nicanorismo y la Junta de Gobierno, a través de Lilian Samaniego, respalden a Lovera Cañete.

Lovera Cañete estuvo varios años como magistrado y nunca se destacó por su actuación. Sus contactos políticos le permitieron, al igual que Rolón, ascender a la Cámara de Apelaciones.

A pesar de que Galaverna declaró públicamente ser amigo de su familia y en especial de su padre, Lovera Cañete no se apartó de la causa abierta a “Calé” por fraude electoral. Lovera, junto a sus colegas Waldir Servín y Natividad Meza, tiene que resolver si prescribió o no el caso que afecta a Galaverna.

Este hecho demuestra la falta de ética de Lovera, quien debió excusarse de atender el proceso por su amistad con Galaverna. Sin embargo, prefirió seguir en la causa, seguramente para dictar una resolución a favor del criticado senador colorado.

Estos y otros antecedentes de ambos candidatos evidencian claramente que los mismos irían a la Corte, gracias a sectores internos de la ANR y difícilmente podrían dejar a un lado los intereses del Partido Colorado o de sus correligionarios.

La tercer integrante de la terna es Irma Alfonso de Bogarín, quien se desempeña actualmente como miembro de la Cámara de Apelaciones y la Niñez y Penal Adolescente. Algunos sectores la cuestionan, porque supuestamente no tiene experiencia en el área penal, debido a que siempre se desempeñó como magistrada de la Niñez.

Sin embargo, la magistrada desmiente esta situación y manifiesta que el área penal-adolescente le permitió conocer mucho en este campo. Dijo además que como magistrada tiene mucha experiencia en la administración de justicia. En principio también se la vinculó con Galaverna.

La designación del reemplazante de Rienzi está en manos de la Cámara de Senadores. Pero, el presidente Lugo tiene que prestar su acuerdo, según la Constitución Nacional.

Todos estos pasos demuestran claramente que el nombramiento de un ministro de la máxima instancia judicial se hace en base a negociaciones políticas. Desde la conformación del terna, que está a cargo del Consejo de la Magistratura.

Mientras la clase política se pone de acuerdo, la Corte seguirá funcionando con 8 miembros y con una clara mayoría colorada, que sesionará este martes.

Fuente: Abc Digital 25/01/09

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