lunes, 21 de junio de 2010

"El error fue dar facultad al Senado para nombrar ministros de la Corte"

El ex presidente de la Convención Nacional Constituyente sostiene que la Carta Magna es de avanzada y que no debemos culpar a ella por los problemas de funcionamiento de las instituciones. No obstante, desliza algunas críticas.

Por Adolfino Aquino

aaquino@uhora.com.py

EL 20 DE JUNIO DE 1992 SE PROMULGÓ LA CONSTITUCIÓN NACIONAL VIGENTE. ¿Es hora de reformar? El ex presidente de la Convención Nacional Constituyente Óscar Facundo Ynsfrán no ve ninguna necesidad de reforma. Es la Constitución más avanzada, en la organización de los poderes, en materia de derechos humanos y en el sistema democrático, porque garantiza la alternancia en el poder, sostiene el jurista. Paraguay cuenta con la Constitución adecuada para hacer un buen gobierno. La escasez de estadistas es problema de la realidad que no podrá resolverse con una reforma. La Constitución no puede formar un estadista, pero este puede gobernar con la Constitución y mejor aún, agrega.

–¿Se quiso hacer una Justicia independiente? ¿Qué pasó?

–Se dio al Senado la facultad de nombrar a los ministros de la Corte, porque se quería sacar más atribuciones al Poder Ejecutivo. Allí se cometió el error. Esto se tiene que corregir alguna vez.

–¿Por qué?

–En todas las constituciones, el presidente es el que representa al Estado, y él nombra a los ministros de la Corte. Así debería ser, con acuerdo del Senado, de la terna seleccionada por el Consejo de la Magistratura.

–¿El Consejo se partidizó?

–La primera integración del Consejo de la Magistratura fue muy buena. Presidió el doctor Federico Callizo, que fue un buen constituyente. En aquel entonces, el Consejo hizo las mejores ternas para la Corte.

–¿Cuál es el problema?

–Depende cómo se integra una institución.

–¿Qué falencia ve?

–El Consejo empezó bien y luego se partidizó. Es cierto.

–¿Qué se debe hacer para evitar la partidización?

–El Consejo debería estar integrado por estudiosos del Derecho, docentes o magistrados. Así se debería consolidar esa institución. Yo prefiero fortalecerla de esta manera.

–¿Lo mismo ocurrió con el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados?

–Hay algunas falencias, pero, en general, la Constitución es la mejor del país. Las mismas instituciones a las cuales nos estamos refiriendo se pueden hacer funcionar con la mejor integración. La Constitución hace el sistema, pero no forma a los hombres.

–¿Qué tema aún se debe mejorar?

–Se debe establecer bien la carrera judicial. Este es un tema pendiente.

–¿Es momento propicio para una reforma?

–Hay que esperar más. Tenemos que aprender a consolidar nuestras instituciones. Esto no se logra cambiando la Constitución. Ustedes saben cómo están hoy las Fuerzas Armadas.

–¿Cómo?

–Están despartidizadas. Ya no se cambian presidentes por designios de la Caballería, que era el centro neurálgico del poder. Ese tipo de cambio institucional es lo que debemos hacer.

En general, la actual Constitución dignifica al país, desde la perspectiva de Ynsfrán, porque se hizo en una asamblea constituyente dentro del marco de la más absoluta libertad, con la participación de todos los sectores de la sociedad sin precedentes en la historia del Paraguay. Sostiene que los derechos humanos, los derechos individuales y sociales, y las garantías constitucionales están muy bien. Todos los partidos políticos y las organizaciones de la sociedad civil, incluido los indígenas, participaron en la Convención Nacional Constituyente de 1992, recuerda. Por eso, afirma que es la Constitución que tiene la más alta legitimación. Establece el sistema republicano, democrático, representativo y participativo, y en la Constituyente participaron todo el espectro nacional. Eran 189 convencionales constituyentes, rememora.

–¿La Constitución paraguaya es parlamentarista?

–No. Lo que ocurrió fue que se le sacó atribuciones al Poder Ejecutivo de antes y se le dio más facultad al Congreso Nacional.

–¿Hay un Poder Ejecutivo débil?

–No es cierto. El Poder Ejecutivo sigue siendo fuerte. Maneja la administración central y la fuerza pública. Lo que sucede en la práctica es otro problema.

–¿A qué se refiere?

–Por ejemplo, el dinero de las binacionales, Itaipú y Yacyretá; hoy es el doble bolsillo del Estado.

–¿Por qué se utiliza por cuerda separada?

–Todo lo que las binacionales dan en dinero tiene que ir al Estado, como van los ingresos de Aduanas.

–¿Ahora hay dos tesoros?

–Ahora hay dos tesoros. Uno del Poder Ejecutivo y otro de las binacionales.

–Usted insiste en que nuestra Constitución es buena.

–Es una buena Constitución. El problema está en que el que encuentra un obstáculo para ejercer más poder o para prolongar su vigencia dice que la Constitución es mala.

–¿Considera mala la prohibición de la reelección presidencial?

–No. Ustedes saben que esa prohibición tuvo buen resultado (en referencia a Andrés Rodríguez). Les aseguro que si esa prohibición no existía en nuestra Carta Magna, el cambio no se hubiera producido en el Poder Ejecutivo, con las elecciones del 20 de abril.

–¿Fue una sana decisión?

–Estoy seguro de eso. Nicanor comenzó con la fiebre de la reelección, inclusive quería por medios torcidos. El Congreso le dijo ?no′. Y la gente le dijo ?no′. Si había reelección, el actual gobierno no existiría.

SU TRAYECTORIA

Nació el 8 de febrero de 1930. Es abogado y jubilado parlamentario. Fue el presidente de la Convención Nacional Constituyente de 1992. Fue también constituyente en 1967. Fue diputado cuando existía en el Paraguay el Congreso unicameral, en 1940. Fue diputado en 1967 y, otra vez, diputado en 1989. Por último, fue embajador paraguayo en Argentina en 1997 hasta 1999.

SUS FRASES

Les aseguro que si esa prohibición, de la reelección, no existía en nuestra Carta Magna, el cambio no se hubiera producido en el poder.

Se dio al Senado la facultad de nombrar a los ministros de la Corte, porque se quería sacar más atribuciones al Poder Ejecutivo. Allí se cometió el error.

Fuente: Última Hora 21/06/2010

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