Rectificación necesaria: el recuento de quien no debió nunca estar donde estuvo

Lo acontecido en la cámara baja, con la destitución del diputado Gustavo Mussi, nos obliga a reflexionar en torno a la importancia de que el Consejo de la Magistratura este compuesto por hombres y mujeres idóneos/as y de probada honorabilidad. Ante este hecho, la organización SEMILLAS para la Democracia considera que:

Se ha subsanado una grave crisis institucional al remover a alguien que estaba ocupando una función en nombre de la representación de la ciudadanía, pero respondiendo a intereses particulares. Este es un paso fundamental que debe complementarse con un ejercicio idóneo y a la altura de las circunstancias por parte del nuevo integrante del colegiado.

Gustavo Mussi ha arrastrado a una institución de suma importancia como el Consejo de la Magistratura a un estado de ilegitimidad absoluta, dañando con su accionar a uno de los pilares del estado de derecho como el PJ, de por sí sumamente desgastado por su sometimiento a poderes fácticos, lo que constituye causa suficiente para removerlo del cargo de representante de Diputados en Consejo de la Magistratura.

Se ha rectificado el error de origen de haber nombrado a Mussi para ese cargo. El ex presidente del Consejo de la Magistratura no tuvo, ni tiene ninguna cualidad para ejercer un cargo dentro del órgano selector de jueces y magistrados, ya que estuvo involucrado en varios hechos de público conocimiento que ponen en duda su honorabilidad y que hasta la fecha no han podido ser debidamente investigados, gracias a la inmunidad parlamentaria que le otorgan sus fueros como Diputado de la Nación; como lo señalaron en reiteradas ocasiones varias organizaciones de la sociedad civil, entre ellas SEMILLAS para la Democracia.

Varias irregularidades ocurridas en el Consejo de la Magistratura tienen como principal responsable al ex presidente de este órgano. La retención de la terna para llenar la vacancia en el Tribunal Superior de Justicia Electoral, la convocatoria extemporánea a candidatos/as a fiscal/a general del Estado, son algunas de las últimas.

Hoy, observamos lo acontecido como una oportunidad para que la situación en el Consejo de la magistratura se regularice. A cinco meses de las elecciones municipales, esta es una oportunidad para restablecer el equilibrio institucional en el máximo órgano electoral de la república (TSJE), y así, iniciar un proceso de saneamiento de la justicia a través de procesos de selección basados transparencia y participación de la ciudadanía, lo que indefectiblemente deberá contar con un fuerte sentido de cooperación entre las instituciones del estado y las organizaciones de la sociedad civil.

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