Varios fueron los factores que provocaron que en la Cámara de Diputados una mayoría aplastante, decidiera reagruparse en un único frente "antioviedista". Los pecados y las promesas incumplidas que el líder del Partido Unace, Lino Oviedo, cometió, calaron hondo en dos de los principales partidos, el PLRA y la ANR, sectores que tenían al oviedismo como la "niña bonita" del Parlamento, a la hora de establecer pactos por sus 15 votos.
El pase de factura no tardó en concretarse. En una semana Oviedo recibía un duro golpe a nivel parlamentario. Le despojaban el sueño de que su hijo Ariel pudiera presidir Diputados y dos días después, tocaban de cerca a tres de sus parlamentarios, despojándolos de puestos claves y preponderantes en el manejo de la Justicia. Barrieron sus diputados del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y del Consejo de la Magistratura.
HASTA LA ANR. El apoyo del nicanorismo a Oviedo dejó de ser condicional en el momento en que dejó de lado la candidatura a la Presidencia de Diputados de un colorado, para apoyar la presidencia del liberal Enrique Salyn Buzarquis.
Ya en la siguiente elección de la mesa directiva, el mismo pacto libero-oviedista se registraba, por medio de la votación con "papelitos", favoreciendo nuevamente a Buzarquis, hecho que permitió que se resquebrajara aún más las relaciones con el nicanorismo.
Los liberales luguistas en el periodo anterior decidieron dar un espaldarazo al rekutu de Buzarquis, sin estar al tanto del pacto previo que se gestó para que Ariel asuma en forma "interina" con todas las facultades administrativas la Presidencia, unos meses antes de que el liberal culmine su gestión.
Tanto el llanismo, como el efrainísmo condenaron la entrega de poder que hizo Buzarquis en forma "personalizada e inconsulta" al oviedismo.
Los líderes de las bancadas ya no querían que los presidentes de partidos se inmiscuyan en las negociaciones de la mesa directiva y se cerraron ante esa idea. A pesar de ello, Oviedo operó para que su hijo asuma. Pretendió atar a las negociaciones de la mesa directiva de Diputados con el Senado, los cargos vacantes de la Fiscalía, la Contraloría, la Justicia Electoral, la Corte y la Defensoría. Ofertó ceder dos cargos en la Corte Suprema de Justicia, pero a cambio llevar a Modesto Monges al TSJE. En tanto, que los sectores aliados definan los cargos de la Fiscalía General del Estado y de la Contraloría.
En el Senado, el oviedismo estuvo a punto de cerrar un pacto con el oficialismo y el progresismo colorado, con el compromiso de quedarse con el TJSE. Pero la negociación se truncó tras el golpe en Diputados. Exigen que se revea la destitución de Mussi y López Chavez. Hoy, las negociaciones en la Cámara Alta están trabadas por los intereses contrapuestos de los partidos políticos.
Lo cierto es que Oviedo recibió un duro golpe, que le dolió aún más al ver a su aliado nicanorista votar en su contra.
Fuente: Última Hora 20/06/2010
El pase de factura no tardó en concretarse. En una semana Oviedo recibía un duro golpe a nivel parlamentario. Le despojaban el sueño de que su hijo Ariel pudiera presidir Diputados y dos días después, tocaban de cerca a tres de sus parlamentarios, despojándolos de puestos claves y preponderantes en el manejo de la Justicia. Barrieron sus diputados del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y del Consejo de la Magistratura.
HASTA LA ANR. El apoyo del nicanorismo a Oviedo dejó de ser condicional en el momento en que dejó de lado la candidatura a la Presidencia de Diputados de un colorado, para apoyar la presidencia del liberal Enrique Salyn Buzarquis.
Ya en la siguiente elección de la mesa directiva, el mismo pacto libero-oviedista se registraba, por medio de la votación con "papelitos", favoreciendo nuevamente a Buzarquis, hecho que permitió que se resquebrajara aún más las relaciones con el nicanorismo.
Los liberales luguistas en el periodo anterior decidieron dar un espaldarazo al rekutu de Buzarquis, sin estar al tanto del pacto previo que se gestó para que Ariel asuma en forma "interina" con todas las facultades administrativas la Presidencia, unos meses antes de que el liberal culmine su gestión.
Tanto el llanismo, como el efrainísmo condenaron la entrega de poder que hizo Buzarquis en forma "personalizada e inconsulta" al oviedismo.
Los líderes de las bancadas ya no querían que los presidentes de partidos se inmiscuyan en las negociaciones de la mesa directiva y se cerraron ante esa idea. A pesar de ello, Oviedo operó para que su hijo asuma. Pretendió atar a las negociaciones de la mesa directiva de Diputados con el Senado, los cargos vacantes de la Fiscalía, la Contraloría, la Justicia Electoral, la Corte y la Defensoría. Ofertó ceder dos cargos en la Corte Suprema de Justicia, pero a cambio llevar a Modesto Monges al TSJE. En tanto, que los sectores aliados definan los cargos de la Fiscalía General del Estado y de la Contraloría.
En el Senado, el oviedismo estuvo a punto de cerrar un pacto con el oficialismo y el progresismo colorado, con el compromiso de quedarse con el TJSE. Pero la negociación se truncó tras el golpe en Diputados. Exigen que se revea la destitución de Mussi y López Chavez. Hoy, las negociaciones en la Cámara Alta están trabadas por los intereses contrapuestos de los partidos políticos.
Lo cierto es que Oviedo recibió un duro golpe, que le dolió aún más al ver a su aliado nicanorista votar en su contra.
Fuente: Última Hora 20/06/2010
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