jueves, 21 de octubre de 2010

Muy poco serio en sus actos de poder

A veces la seriedad también es una virtud que es importante cultivarla, sobre todo en aquellas situaciones en que la investidura da un realce a la persona, cuyos actos están en la mira de todos.
Lo ocurrido recientemente en el Consejo de la Magistratura refleja exactamente la desprolijidad con que se manejó el organismo, que encima de la fama que tiene de estar politizado, tuvo que soportar la incoherencia de sus administradores.
Recientemente, el Consejo de la Magistratura tuvo que intimar a Mussi para la devolución de un vehículo de la institución que el diputado oviedista, más que por necesidad o avivada, lo llevó consigo por pichadura o como un acto de protesta por su destitución.
Mussi se declaró presidente del Consejo, algo parecido a Domingo Laíno cuando se autoerigió Comandante en Jefe, cuando todo el mundo ya se percató de que perdió otra elección presidencial.
Luego advirtió a sus ex colegas consejeros que podría demandarles por el tremendo daño que le estaban causando.
En realidad, se puede discutir la forma en que a Mussi le sacaron del Consejo y ya en su momento la justicia dará su veredicto. Pero Mussi no fue sacado por los consejeros, sino por la Cámara de Diputados a la que él representaba y que le había confiado la representación.
Y si alguien le puede reponer es la misma Cámara o el Poder Judicial a través de una acción legal. Nadie más.
Pero lo de Mussi solamente fue un corolario de lo que venía haciendo. Ya fue poco serio al retener la terna para el Tribunal Superior de Justicia Electoral con el argumento de que había una acción judicial pendiente.
Luego cuando pasó el tiempo y arreciaban las críticas, le echó la culpa a la Justicia por el retraso y advirtió que “era muy capaz de remitir la terna al Senado sin esperar la resolución judicial”. Naturalmente, esto fue tomado como un chiste. En realidad nunca tuvo intención porque lo que buscó todo el tiempo era dilatar el proceso de selección hasta que el candidato del oviedismo se asegure los votos para el TSJE.
Sus colegas de la Cámara Baja le acusaron de “oviedizar” la justicia y le sacaron la representación del Consejo. Tal vez lo hicieron con la misma seriedad con que se manejó Mussi al frente del Consejo.

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