miércoles, 22 de diciembre de 2010

Jurado encubre a fiscales y jueces procesados por comisión de delitos

El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, presidido por el abogado Enrique Bacchetta, encubre a los jueces y fiscales procesados que cuentan con “padrinos”. Por ejemplo, el fiscal Daniel Fleitas, imputado por un crimen, no fue suspendido por el órgano juzgador, que sirve para que muchos de sus miembros trafiquen influencia en el Poder Judicial.

El Jurado no mide con la misma vara a los jueces y fiscales enjuiciados. Los magistrados “apadrinados” gozan de total impunidad y pese a la gravedad de las acusaciones en contra de los mismos, no son suspendidos por el referido organismo.

El Jurado, que con la nueva Constitución se creó para “sanear” el Poder Judicial y el Ministerio Público, está lejos de cumplir con su objetivo. Las estadísticas así lo demuestran: son muy pocos los magistrados acusados que fueron destituidos.

Es una vergüenza que el organismo, por ejemplo, no haya suspendido al fiscal Fleitas que fue imputado por homicidio e incluso aparece en una filmación, supuestamente limpiando la escena del crimen. ¿Quien protege a Fleitas?

La respuesta a esta interrogante la tienen los miembros del Jurado, muchos de los cuales no salen del Poder Judicial y de la Fiscalía, en donde supuestamente trafican influencia y en no pocos casos hasta amenazan a los jueces para que fallen a su favor.

El Jurado está presidido por Enrique Bacchetta, quien representa al Consejo de la Magistratura junto a su colega Estela Kobs. Además conforman el organismo los ministros de la Corte, Sindulfo Blanco y Raúl Torres Kirmser; los senadores Miguel Angel González Erico y Jorge Oviedo Matto y los diputados César López y Juan Avalos Mariño.

En forma grosera y hasta alevosa, algunos miembros del Jurado defienden a los jueces que responden a su intereses o que dictan fallos a favor de los estudios jurídicos que manejan. Estos magistrados no dudan en distorsionar la ley y pese a ello siguen actuando con total impunidad en la administración de justicia o el Ministerio Público.

No se puede pretender que el Poder Judicial mejore, si el órgano encargado del control de la actuación de los magistrados es precisamente el que “blanquea” a los jueces y fiscales.

El caso de la juez Nilse Ortiz, procesada por plagio, también evidencia cómo actúa el Jurado. La magistrada, que sería protegida de Bacchetta, nunca fue suspendida.

La fiscala Liz Pérez Idoyaga, otra imputada, también sigue ejerciendo sus funciones. Incluso está en la terna para la Fiscalía Adjunta, cargo al que podría acceder una vez que consiga su “blanqueo” en la justicia ordinaria.

Los que no tienen “padrinos” sí son suspendidos por el Jurado.


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